Las playas de Elba, arena fina, acantilados sobre el mar, aguas transparentes, aguas ricas en peces.
Aquí usted ha cumplido con la belleza que la naturaleza ha otorgado a 147 kilómetros de costas que rodean a la ‘Isla de Elba. En Elba, la naturaleza sigue siendo el protagonista indiscutible, gobernante absoluto del paisaje. La isla es un continuo descubrimiento: el mar cambia de color en cada entrada. A la que se rompen en los acantilados blancos o atacar a orillas de arena de ancho, se arrastra hacia el norte en las grietas de los acantilados o playas de guijarros lamiendo discretos sur.